➩ ➩ ¿QUÉ DEBO HACER CUANDO MIS HIJOS SE PELEAN?

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Por mucho que nos guste pensar que nuestros hijos siempre se querrán y se llevarán bien, la realidad es que los hermanos suelen correr el riesgo de pelearse entre ellos. Esto es especialmente cierto cuando ambos están en el mismo colegio y en los mismos círculos sociales. La rivalidad entre hermanos es una parte normal del crecimiento, y es algo que muchos niños experimentan en algún momento. Pueden pelearse por los juguetes, los videojuegos, la ropa o incluso los amigos. La buena noticia es que estas peleas suelen ser breves y no se prolongan indefinidamente. La mala noticia es que tienes que ser capaz de manejar estas situaciones cuando surjan, lo que significa ser capaz de criar a tus hijos de una manera que les ayude a resolver cualquier desacuerdo que estén teniendo de una manera apropiada.

 

Establecer reglas y límites

El primer paso, y el más importante, para gestionar las peleas entre hermanos es asegurarse de que tus hijos sepan que se espera que se traten con respeto. Esto significa que tienen que seguir reglas como compartir con el otro, limpiar lo que ensucian y guardar las cosas después de usarlas. También hay que poner límites a lo que está permitido y a lo que no lo está cuando se trata de peleas. Esto significa que tienes que asegurarte de que tus hijos sepan que si se pelean entre ellos, tienen que parar cuando tú se lo digas. También tienen que saber que no pueden hacerse daño físicamente, que deben utilizar siempre un lenguaje limpio y que los insultos nunca están bien. Uno de los aspectos más importantes a la hora de poner límites a las peleas entre hermanos es asegurarse de no tomar partido. Esto puede ser muy difícil cuando tus hijos se pelean y quieres ayudarles a reconciliarse, pero si tomas partido en el desacuerdo, sólo estás empeorando la situación.

 

Confronta la causa, no el comportamiento

Cuando tus hijos se pelean, una de las primeras cosas que debes hacer es trabajar con ellos para averiguar por qué se pelean. Pregúntales por qué discuten y cuál creen que es la causa del desacuerdo. Una vez que sepas de qué se trata la pelea y por qué se produce, puedes dirigir tu atención a ayudar a tus hijos a resolver el desacuerdo. Al ayudar a tus hijos a resolver el desacuerdo, tienes que asegurarte de que te enfrentas a la causa, no al comportamiento. Por ejemplo, si tus hijos se pelean por quién va a usar el ordenador después, tienes que asegurarte de no decirles simplemente que compartan el ordenador. En lugar de ello, debes preguntarles por qué se pelean por el ordenador en primer lugar. Es posible que uno de los niños quiera jugar a un juego y el otro quiera investigar para un proyecto escolar. En este caso, tendrás que ayudar a tus hijos a encontrar una solución que satisfaga las necesidades de ambos, como dejar que el niño que necesita investigar utilice el ordenador todo el tiempo que necesite y dejar que el otro juegue todo el tiempo que quiera.

 

Ser un buen modelo de conducta

Una de las mejores cosas que puedes hacer para ayudar a tus hijos a resolver sus desacuerdos es darles un buen ejemplo. Esto significa que tienes que ser capaz de resolver tus desacuerdos con tu pareja de forma respetuosa. También significa que debes ser capaz de dejar de lado las peleas que tengas con tus hijos. Puede ser muy útil que los padres se tomen el tiempo necesario para hablar de sus propios desacuerdos y mostrar a sus hijos cómo los resuelven. También puedes ayudar a tus hijos dejándoles ver que dejas atrás tus desacuerdos con tu pareja. Puedes hacerlo recordándote a ti mismo que todos los desacuerdos no tienen por qué acabar en una desavenencia permanente o en una ruptura.

 

Sé firme pero amable

Como padre, tienes derecho a esperar que tus hijos actúen de forma adecuada entre ellos. Esto significa que debes establecer unas expectativas claras para tus hijos y asegurarte de que las cumplen. También tiene que asegurarse de que hace cumplir esas expectativas. Puede hacerlo con firmeza pero con calma, sin dejar que sus emociones o su relación con sus hijos afecten a su proceso de toma de decisiones. Si tus hijos se pelean, debes intervenir y hacerles saber que tienen que parar. Puedes hacerlo con calma, pero con firmeza. Puedes hacerles saber que las peleas no son apropiadas y que tienen que parar. Puedes hacerles saber que esperas que se traten con respeto y que sigan las normas que has establecido para ellos. 

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Conclusión

Como padre, tienes que ser capaz de manejar estas situaciones cuando surjan, lo que significa ser capaz de criar a tus hijos de una manera que les ayude a resolver cualquier desacuerdo que estén teniendo de una manera apropiada. El primer paso, y el más importante, para manejar las peleas entre hermanos es asegurarse de que tus hijos sepan que se espera que se traten con respeto. También hay que poner límites a lo que está permitido y a lo que no está permitido en las peleas, y hay que asegurarse de no tomar partido en el desacuerdo. También tienes que enfrentarte a la causa del desacuerdo, no al comportamiento, y tienes que ser un buen modelo de conducta, ser firme pero amable, y seguir siempre cualquier medida disciplinaria que tengas que tomar.

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