Hay una razón por la que la "alimentación limpia" se ha convertido en una de las mayores tendencias de alimentación saludable de los últimos años. No sólo es saludable, sino que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas y otras dolencias.
Comer limpio y saludable significa que hay que eliminar los azúcares, las grasas trans y los alimentos procesados en la medida de lo posible.
alimentos integrales en lugar de los procesados.
Consejos para mantener una alimentación saludable
Cambia tu dieta
Cambiar la dieta es una de las formas más fáciles y eficaces de llevar un estilo de vida más saludable. Una forma de empezar a comer saludable es reducir al mínimo los alimentos procesados.
Los alimentos procesados suelen tener un alto contenido de azúcar, conservantes y sabores artificiales. En lugar de confiar en los productos procesados, intenta comprar productos enteros.
No vayas a comprar al supermercado cuando tengas hambre
Un error común que comete la gente es ir a comprar cuando tiene hambre. Esto puede llevarle a tomar malas decisiones alimentarias, como comprar impulsivamente alimentos procesados y comida basura.
En lugar de eso, intenta comprar cuando tengas un poco más de tiempo y cuando no tengas hambre. Come un tentempié saludable antes de ir para no acabar con el carrito o la cesta llenos de chatarra.
Comer más fibra
La fibra es un hidrato de carbono que se encuentra en los alimentos vegetales y que ayuda a regular la digestión, disminuye el estreñimiento y mantiene la sensación de satisfacción. La fibra también tiene propiedades prebióticas que ayudan a mantener el intestino en buen estado.
Vigilar el tamaño de las porciones
Comer limpio y saludable significa comer menos y vigilar las porciones. Si estás acostumbrado a desayunar, comer y cenar mucho, es hora de cambiar eso. Intenta limitar tus comidas al tamaño de un puño o más pequeño. Esto evitará que comas en exceso y te sientas hinchado o incómodo después de la comida.
Obtenga el 80% de sus alimentos de las verduras y frutas.
Cuando se trata de comer limpio y saludable, las verduras y la frutas deben constituir el 80% de tu dieta. Comer muchos productos frescos te ayudará a consumir todas las vitaminas, minerales y otros nutrientes que tu cuerpo necesita.
Además, las frutas y las verduras son naturalmente bajas en grasa, no tienen colesterol y son ricas en fibra. Llena dos tercios de tu plato con verduras en cada comida o tentempié. También puedes añadir una ensalada de acompañamiento a casi cualquier plato. Disfruta de los alimentos ricos en proteínas.
Las proteínas son esenciales para la pérdida de peso y el mantenimiento de los músculos, así que asegúrese de consumir las suficientes cada día. Entre los alimentos ricos en proteínas se encuentran los huevos, el pescado, las aves, las judías, las lentejas y los productos lácteos como el yogur y el requesón.
Para obtener más proteínas en su dieta, considere la posibilidad de añadir estos productos a su lista de la compra.
Consume grasas saludables
Las grasas saludables son una de las partes más importantes de una dieta limpia porque ayudan a mantener unos buenos niveles hormonales y favorecen la función cerebral.
Entre las buenas fuentes de grasas saludables se encuentran los aguacates, el aceite de coco, los frutos secos (como las almendras), los pescados grasos como el salmón y las sardinas y el aceite de oliva.
Prueba a hacer una tostada de aguacate en el desayuno; utiliza mantequilla de almendras para un tentempié a media mañana; rocía con aceite de oliva las verduras asadas en el almuerzo o la cena; completa la pasta con nueces o piñones en lugar de queso; o prueba a sustituir la mayonesa por aceite de oliva al preparar las ensaladas. Deshágase de los antojos de azúcar comiendo suficientes proteínas.
No tengas miedo de las grasas saludables
Uno de los mayores mitos sobre la alimentación limpia es que significa que no se puede comer nada de grasa. Eso no es cierto en absoluto. Las grasas saludables son esenciales para un cuerpo sano y hay muchas fuentes de ellas.
El aguacate, las nueces, el salmón y el aceite de oliva son buenos ejemplos de alimentos que contienen grasas saludables. El consumo de estos alimentos ayuda a perder peso, a reducir los niveles de colesterol, a mejorar la función cognitiva y a reforzar el sistema inmunitario.
También es importante tener en cuenta que cuando se trata de aceites para cocinar, el aceite de oliva virgen extra es siempre la mejor opción.
Haga ejercicio regularmente y manténgase hidratado en todo momento.
Para tener un cuerpo sano, hay que incorporar el ejercicio regular a la rutina. Esto es importante porque el ejercicio ayuda a mejorar la salud del corazón, la circulación y la claridad mental. También debe beber mucha agua para gozar de buena salud en general.
El agua ayuda a eliminar las toxinas e impurezas del cuerpo. También es importante comer alimentos ricos en proteínas después de hacer ejercicio para recuperar los músculos y mejorar los niveles de energía. Las proteínas también ayudan a fortalecer el sistema inmunitario.
Consumir sólo proteínas magras
No importa si eres vegetariano o no; las proteínas son una parte esencial de tu dieta. Las proteínas desarrollan los músculos y reparan los tejidos, pero también mantienen el hambre a raya.
Si no incluyes suficientes proteínas magras en tu dieta, es posible que te encuentres recurriendo a tentempiés poco saludables para compensar. ¿Nuestro consejo? Elige fuentes magras como las aves de corral, los huevos, el pescado, los lácteos y las proteínas de suero de leche en polvo.
Haz que los cereales y la avena sean tus alimentos básicos para el desayuno
Para llevar una dieta saludable y mantener la energía durante el día, el desayuno es una comida importante. Una forma estupenda de empezar bien el día es con un bol de cereales integrales como la avena o de cereales con leche.
Estos son bajos en azúcar y altos en fibra, lo que hará que te sientas lleno durante toda la mañana sin dejar de ser nutritivo. La avena también se considera una buena fuente de proteínas y contiene muchas vitaminas y minerales esenciales, como el calcio y la vitamina D.
Evite los alimentos procesados
Los alimentos procesados, como los panes blancos y las pastas, suelen estar hechos con grandes cantidades de azúcares refinados.
Este tipo de alimentos puede causar inflamación en el cuerpo y conducir a un mayor riesgo de problemas graves como las enfermedades del corazón y la diabetes.
Sustituye esos carbohidratos refinados por cereales integrales, como el arroz integral y la quinoa.
Conclusión
Una dieta saludable es mucho más que lo que se come. Es un estilo de vida. La clave para llevar un estilo de vida saludable es hacer pequeños cambios que tengan el mayor impacto.
Comer limpio puede ser abrumador y confuso, pero hay muchos recursos para ayudarte a hacer los cambios. Un consejo importante para comer limpio es mantenerse alejado de los alimentos procesados.
Muchos alimentos procesados contienen jarabe de maíz de alta fructosa, extracto de levadura, conservantes y colorantes alimentarios. Estos ingredientes pueden ser perjudiciales para la salud, así que es mejor evitarlos en la medida de lo posible.
No tiene que hacerlo todo de una vez: empiece con unos cuantos cambios sencillos que sean sostenibles. Recuerda mantenerte hidratado, hacer ejercicio con regularidad y no ir de compras cuando tengas hambre. Haz pequeños cambios que duren toda la vida.